Si la tristeza te agobia... llora, pero no permitas que nada ni nadie apague tu alegría de vivir. Recuerda que por muy grande que sea el problema que tengas... hay personas que te quieren y son capaces de hacer por ti, hasta lo imposible.
Hoy... nuevamente te extiendo mi mano amiga, para ayudarte a levantar, para que vuelvas a empezar y puedas demostrar lo que tu... como ser humano vales.
Todos, en algún momento... necesitamos una mano amiga.
Dios te bendiga querida amiga, sos un consuelo.
ResponderEliminarGRACIAS.